La fibra de carbono es totalmente multiusos.
En el deporte este material es omnipresente. Con él se fabrican las
pértigas de los atletas, los botes de remeros, palistas y piragüistas,
además de las bicicletas y cascos de los ciclistas. Sólo hay que pensar en cómo eran las subidas al Tourmalet cuando el cuadro de las bicicletas era totalmente metálico.
Hoy en día el ciclismo es duro, pero antiguamente lo era mucho más. Y
todo protegiéndose la cabeza con una simple gorra, pues los cascos de
fibra de carbono no llegaron hasta hace relativamente poco. Guardada
en la memoria colectiva de España está la imagen de Induráin y su
inseparable gorra, una instantánea impensable desde hace ya dos décadas. Desde hace tiempo también se usa la tecnología de fibra de carbono para fabricar bañadores.
Sus ventajas no son tantas como la de otros materiales, pero al menos
no corren el riesgo de ser prohibidos por la FINA. Los últimos modelos
de bañadores técnicos siguen siendo de última tecnología. Uno
de los inconvenientes de la fibra de carbono es su precio. Aunque sin
duda, si lo que quieres es un buen casco de ciclismo o una bicicleta de
carretera profesional, no te importará gastarte el dinero. Al fin y al
cabo es por tu seguridad.
idolos añltas noticias
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